El empresario Juan Gerardo Oyervides advirtió que el programa de Gasolineras del Bienestar, impulsado por el Gobierno Federal, no cumple su propósito de beneficiar a los ciudadanos. En cambio, representa un doble gasto para las finanzas públicas, señaló.
Oyervides, quien preside una empresa de carburantes en la región, cuestionó la viabilidad de la iniciativa y sugirió que los recursos asignados podrían destinarse a otras áreas prioritarias. Según el empresario, el programa busca establecer estaciones de servicio en comunidades con presunta falta de suministro.
Sin embargo, afirmó que “la iniciativa ha mostrado poca rentabilidad y eficiencia”, ya que los beneficios directos para los ciudadanos son limitados o inexistentes. Agregó que la infraestructura para el suministro de combustible ya está cubierta en gran parte del país por estaciones de servicio de Pemex y concesionarios privados.
Por tanto, considera innecesaria la inversión adicional en este proyecto, que implica una duplicidad de servicios en áreas donde ya tiene el gobierno una estructura operando. Oyervides también subrayó que las Gasolineras del Bienestar no han logrado ofrecer precios más bajos para los consumidores.
Son doble gasto las Gasolineras del Bienestar
Las estaciones enfrentan problemas para competir con estaciones privadas debido a su limitada capacidad operativa y sus costos relativamente altos. “Estas estaciones no ofrecen precios más competitivos y, en ocasiones, incluso superan las tarifas de las gasolineras privadas”, argumentó.
Cuestionó entonces: “¿Dónde está el beneficio para los ciudadanos?”, y sugirió que los recursos podrían redirigirse a programas sociales o proyectos de infraestructura. Organismos de análisis, como el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), han observado que este tipo de iniciativas gubernamentales suelen ser insostenibles financieramente.
El IMCO advierte que programas como este, de combustibles subsidiados, aumentan la presión sobre el presupuesto federal. El gobierno ya destina miles de millones de pesos a subsidiar combustibles mediante otros mecanismos, señaló el instituto.
Un ejemplo de esto es el fallido programa del Gas del Bienestar, que nunca alcanzó los objetivos proyectados y costó millones de pesos a la nación, dijo el empresario.
Oyervides concluyó que el programa no solo es innecesario, sino que contribuye a duplicar funciones que el sector privado cubre con mayor eficiencia y menor costo. En un contexto de reducción de presupuestos en sectores clave, considera un error seguir invirtiendo en gasolineras públicas.
Las opiniones del empresario han resonado en otros sectores que comparten esta visión y consideran un uso inadecuado de los recursos públicos en esta iniciativa.