En un ambiente festivo y lleno de colores, la pequeña Nicole Berenice Hernández, alumna de la primaria Adolfo López Mateos, vivió una experiencia inolvidable en su escuela. Ataviada con elegancia y el rostro pintado como calavera, Nicole destacó ante sus compañeros y maestros como una pequeña Catrina.
Su atuendo estaba inspirado en la famosa Calavera Garbancera de José Guadalupe Posada, ícono cultural del Día de Muertos.
Gloria Berenice Guerrero Segura, madre de Nicole, compartió su emoción, pues este fue un reto importante para su hija.
“Nicole siempre ha sido una niña reservada, pero este concurso la motivó a participar y representar una tradición tan importante para nosotros”, explicó su madre.
Gloria trabajó más de una hora sólo en el maquillaje, que incluyó piedras de cristal en su rostro.
El concurso de catrinas en la primaria se realiza cada primero de noviembre, como parte de las actividades de Día de Muertos. Esta celebración mexicana honra a los difuntos y celebra la vida, manteniendo viva una de las tradiciones más importantes de la cultura.
La figura de la Catrina tiene sus raíces en la caricatura satírica creada por José Guadalupe Posada a principios del siglo XX. Posada representó la muerte como una figura femenina de rostro esquelético, vestida elegantemente, burlándose de aquellos que pretendían adoptar costumbres europeas.
Como parte del recorrido al Panteón Guadalupe, Nicole se dejó fotografiar por propios y extraños en diferentes tumbas.
El cempasúchil simboliza la guía para las almas que regresan al mundo de los vivos durante el Día de Muertos. Para Nicole, el evento fue más que un concurso, pues disfrutó la experiencia de participar en esta tradición.
“Nicole estaba fascinada”, comentó su madre. La celebración en el Panteón Guadalupe se llenó de emoción y sentido de comunidad.
Familias se reunieron para honrar a sus seres queridos mientras Nicole participaba en una tradición viva que celebra la memoria y el respeto hacia los difuntos.