La Iglesia Católica llamó a la comunidad a tener paciencia y fe en Dios durante los períodos de enfermedad, enfatizando la importancia de la perseverancia espiritual. “Los milagros no son inmediatos y con la fe no se puede comercializar”, dijo el padre Juan Francisco González Escalante durante la misa dominical en el Templo de Santiago Apóstol.
El sermón del padre González Escalante buscó recordar a los feligreses que la fe es un proceso constante y que las pruebas de la vida deben enfrentarse con esperanza. Subrayó que la enfermedad puede ser un momento para acercarse más a Dios y fortalecer la relación espiritual.
Durante la misa, el padre González Escalante también mencionó que la fe no es una transacción o una garantía de resultados inmediatos. Instó a la comunidad a no perder la esperanza y a mantener una actitud de confianza en los planes divinos.
El padre recalcó que, aunque los milagros pueden ocurrir, no deben ser el único motivo para mantener la fe. La verdadera fe, dijo, se sostiene incluso en los momentos de duda y sufrimiento, confiando en que Dios tiene un propósito mayor.
La homilía también incluyó un llamado a la comunidad a apoyarse mutuamente, especialmente en tiempos de enfermedad y dificultad. Se recordó a los feligreses la importancia de la solidaridad y el acompañamiento espiritual para aquellos que están pasando por momentos difíciles.
El padre González Escalante concluyó su sermón alentando a todos a mantener una fe inquebrantable y a buscar consuelo en la oración. La misa del domingo fue un recordatorio de que la fe es un viaje continuo que requiere paciencia, esperanza y una confianza profunda en Dios.
Invitó a la comunidad católica a reflexionar sobre estos mensajes y a aplicarlos en su vida diaria, especialmente al enfrentar desafíos personales. La misa culminó con una oración conjunta por los enfermos y por la fortaleza espiritual de todos los presentes.